Diálogo entre los vírgenes P. y O. I. C., y un experimentado palindromista mexicano en la puerta de un burdel

—Pero… ¿cómo hacemos?

—Sí, enséñanos.

—¿La saga, P.?, ¿neta? Tú pide a tu puta, O. I. C.; ensártala al atrás, necio, a tu puta, e di: “Puta, ten”. Paga, sal.


Comentarios

Deja un comentario